A eso se suma que en Jujuy ya no hay realmente una tutela judicial efectiva para proteger la libertad y la integridad personal de referentes sindicales, indígenas y de derechos humanos. El ministerio público de la acusación está llevando adelante la política criminal diseñada por el gobierno provincial. Por otra parte, los jueces de garantías tampoco realizan su tarea, ya sea por incapacidad material o por connivencia. En San Salvador de Jujuy, de cuatro jueces de garantías, sólo uno se encuentra en funciones. Los habeas corpus preventivos presentados por defensoras/es de derechos humanos terminan siendo, en su mayoría, rechazados o declarados abstractos. La justicia federal habilitó su competencia para intervenir en casos de violaciones de derechos en rutas nacionales, pero es la justicia provincial la que tiene competencia para entender en casos de detenciones arbitrarias y afectaciones a la integridad física ocurridas en su jurisdicción.