Desde el área llevamos adelante la lucha por la memoria, la verdad y la justicia por los casos de graves violaciones a los derechos humanos cometidas en el marco del genocidio perpetrado en Argentina entre 1975-1983. Esto conlleva la lucha contra la impunidad de quienes fueron responsables del Terrorismo de Estado en la Argentina.

Nuestro trabajo actualmente tiene como principal propósito la construcción de una memoria colectiva que promueva espacios de reflexión y debate entre diferentes actores para consolidar las garantías de no repetición y fortalecer nuestra democracia desde diferentes líneas de acción.

Coordinamos y articulamos, junto a diferentes instituciones, objetivos conjuntos para el fortalecimiento en política pública en materia de derechos humanos fomentando la participación en la construcción de la memoria, reivindicando las consignas de “nunca más” que resignifican las luchas actuales construyendo puentes con los hechos ocurridos del pasado.

Para amplificar el alcance y la incidencia a través de acciones y campañas conjuntas articulamos de forma sostenida y dialogada con redes locales, nacionales e internacionales de organizaciones y organismos de derechos humanos.

Es nuestra tarea también, a través del litigio, investigación y estrategias comunicacionales promover la justicia y la verdad respecto de la participación de actores económicos como responsables en las violaciones de derechos humanos durante el terrorismo de estado.

Desde los comienzos del área temática, trabajamos en la consolidación del proceso de justicia que se reinició en Argentina luego de tres décadas de impunidad. Cuando las leyes de amnistías y los indultos fueron invalidados por el Congreso y la Corte Suprema Argentina, nos constituimos en querellantes en las causas más emblemáticas del terrorismo de Estado en las provincias (Jefatura I, Jefatura-Arsenales II y Villa Urquiza). De esa forma, contribuimos a un proceso histórico que demostró la culpabilidad de más de 50 genocidas que participaron en delitos de lesa humanidad durante el terrorismo de Estado. En este marco, fortalecimos el trabajo con estrategias comunicacionales que permitieron producir y difundir diferentes recursos y herramientas relacionados a la memoria local, interpelando a diferentes y nuevos interlocutores.