Luego, la ambigüedad del lenguaje utilizado se evidencia en la noción misma de “imposición de una manera de pensar y/o actuar político partidaria,” que es la utilizada en la modificación propiamente y que puede llevar a interpretaciones diferentes, potencialmente contradictorias y arbitrarias. La falta de explicación y delimitación respecto al concepto “imponer” implica el principal de los problemas, debido a que es crucial para determinar la legalidad y la constitucionalidad de las prácticas, en este caso, educativas. La falta de una definición clara y objetiva de “imponer” puede generar confusiones y contradicciones en la aplicación de la ley. La misma debe, además, estar basada en principios jurídicos y constitucionales, debe considerar otro tipo de factores como la intención de la práctica educativa, el contenido y el método de enseñanza, en línea de permitir garantizar la libertad de pensamiento y la educación crítica y objetiva. Por otro lado se genera un cuestionamiento hacia los docentes y su rol de educadores, dando lugar a una posible persecución de sus prácticas, teniendo en cuenta la función social y referencial que los mismos representan para las niñas, niños y adolescentes. Establecer pautas claras y objetivas para su interpretación e implementación, genera un inevitable conflicto en las aulas y el ambiente educativo.