La comunidad migrante representa un pilar fundamental en nuestra sociedad, sin embargo, en el actual contexto, se encuentra cada vez más vulnerable debido a las políticas anti-migratorias implementadas por el gobierno de Javier Milei.
La comunidad migrante representa un pilar fundamental en nuestra sociedad, sin embargo, en el actual contexto, se encuentra cada vez más vulnerable debido a las políticas anti-migratorias implementadas por el gobierno de Javier Milei.
Datos y contexto histórico
Argentina ha sido históricamente un país de migrantes, recibiendo a millones de personas de diversas partes del mundo. Para principios del siglo pasado, les extranjeres representaban el 30% de la población. Las políticas migratorias actuales contrastan con esta tradición de apertura y protección. Hoy en día apenas un 4,2% de la población del país es extranjera aportando un papel crucial en sectores como la agricultura, industria de la construcción, industria textil, centros médicos de salud y tareas de cuidado, entre tantos otros rubros laborales que podríamos mencionar ¿Sí no estuviesen les trabajadoras migrantes realizando esas tareas, muchas precarizadas y no registradas, quienes las harían? Somos parte de este pueblo y demandamos a las autoridades que respeten nuestros derechos.
Impacto de las nuevas políticas
El gobierno nacional castiga a la migración. El aumento brutal de las tarifas migratorias en un 1500% ha elevado el costo del trámite a $50.000 para personas provenientes del Mercosur y $100.000 para Extramercosur, obstaculizando drásticamente el acceso a una residencia migratoria y DNI. Las consecuencias de estas medidas las conocemos: miles de migrantes van a estar irregulares (sin DNI) debido a que no podrán pagar el alto costo del trámite. Además, esto implica un incremento de la precarización laboral ya que se verán obligados a trabajar en la informalidad sin poder exigir derechos básicos a consecuencia de estas medidas antimigratorias. Similares dificultades se tendrán en el acceso a la salud, educación cultura y vivienda. Esto último margina, aún más, a vivir en condiciones de miseria y explotación, profundizando la desigualdad entre nativos y migrantes.
Las provincias de Misiones, Salta, Mendoza, Santa Cruz han arancelado el acceso a la salud de les migrantes no residentes, otras como Jujuy y Córdoba lo han intentado, violando sistemáticamente la Ley de Migraciones 25.871 y la Constitución Nacional. Asimismo se ha puesto como requisito para acceder al programa ACOMPAÑAR tener residencia permanente, dejando afuera a cientos de mujeres migrantes en situación de violencia. De igual manera, recientes proyectos de ley se han presentado en el congreso de la nación para arancelar el acceso a la educación universitaria de personas migrantes.
Estas medidas privatizadoras son la punta de lanza para privatizar el conjunto de los servicios de salud y educación de todo el pueblo argentino. El ataque a les migrantes inevitablemente se ampliará al conjunto de los ciudadanos del país.
Todas estas medidas intentan responsabilizar a la población migrante de la actual crisis económica a la que nos ha sometido el actual gobierno, desconociendo el inmenso aporte económico y social que realizan los y las trabajadoras migrantes al país.
Llamado a la acción
No podemos permitir que se sigan vulnerando los derechos de millones de personas que han hecho de Argentina su hogar. Es hora de unir nuestras fuerzas y exigir el respeto a los derechos consagrados en la Ley de Migraciones 25.871, el acceso igualitario al trabajo, a la salud, educación y vivienda. Somos parte de este pueblo y aportamos a su desarrollo.
#MigrarEsUnDerechoHumano
#MigrarNoEsDelito